DORA BRUDER. Patrick Modiano
Dora
Bruder
Patrick
Modiano
Dora Bruder,
joven de 15 años desaparecida de las calles de parís un Diciembre de 1941; uno
de los inviernos más gélidos registrados en la historia de dicha ciudad y no
solo por una cuestión climática, los nazis ocuparon Francia generando pánico en
la población judía que ahí radicaba.
Pasado,
presente, nostalgia, duda. Así es como Patrick Modiano nos lleva por un camino
de cotidianidad y casualidad. Se sabe que durante esta época, miles de personas
fueron víctimas del holocausto más doloroso de la historia del siglo XX, y sin
embargo, ¿hay alguien que reclame el cuerpo de su familiar?, en la mayoría de
las ocasiones, familias enteras fueron exterminadas.
Pero siempre
habrá una persona que tenga la curiosidad de indagar en el pasado, hurgando
dentro de las cicatrices que marcaron a la humanidad.
Su narrativa
precisa y detallada hace que los lectores seamos parte de esta búsqueda de Dora
Bruder y en el transcurso de la historia, encontramos las simplicidades de algunas casualidades que terminan
siendo certezas, quizá difíciles de comprender, lo que le da la posibilidad al
lector de generar su propio criterio.
Es un libro
breve, pero perfectamente escrito, son de esos pequeños placeres lectores que
indudablemente moverán las fibras más sensibles del lector.
Te comparto
algunos extractos, en lo que considero, se refleja la esencia del libro:
“De ayer a hoy. Con el paso de los años las perspectivas se vuelven borrosas, los inviernos se mezclan unos con otros”.
“Y en medio de todas esas luces y de esa agitación, me cuesta creer que me encuentro en las misma ciudad donde residían Dora Bruder y sus padres, y también mi padre, cuando tenía veinte años menos de los que yo cuento ahora. Tengo la impresión de ser el único en establecer el vínculo entre Paris de aquel tiempo y el de hoy, el único que se acuerda de esas minucias”
“Su novela apareció en octubre de 1933, cuando Hitler ya estaba instalado en el poder. Al borde de la noche fue retirada de las librerías y destruida, y su autor declarado “sospechoso”. Sin embargo no era judío. ¿Qué podrían reprochársele? Simplemente, la gracia y la melancolía de su libro.”
Adriana
Salgado.
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